Elena Chávez Delgado
Religiosa, y educadora, Nació en Arequipa en el hermoso distrito de Tiabaya, el 18 de agosto de 1853. Sus padres fueron el distinguido doctor. José Pio Chávez.
Estudio en el colegio Particular de la notable institutriz Sra. María Rivas de Rueda; en donde obtuvo notas sobresalientes. Su educación fue enriquecida con la instrucción de la Educadora Norteamericana Sra. Fidelia de Wiers. Continua sus estudios en el colegio de Educandas de Instrucción Primaria y Media; sobresaliendo siempre en sus estudios. Logró obtener premios de excelencia y aprovechamiento.
El Obispo Manuel Segundo Ballón le impuso el hábito. Ella como mujer de gran visión consideró una urgente necesidad el brindar a la mujer un nuevo tipo de educación que le permita enfrentar los retos que plantea el mundo. El 6 de mayo de 1870 la señorita Elena inicia y funda la Congregación Docente de Nuestra Señora del Rosario pasando el Colegio a ser dependencia de esta Congregación. La Madre Elena fue la primera Directora de este Colegio y ejerció el cargo por 56 años.
EL Colegio.
La I.E Nuestra Señora del Rosario fue fundada como colegio particular en el año 1870 por la señorita Elena Chávez Delgado. Se obtuvo la Licencia de Funcionamiento del Honorable Concejo Departamental el 15 de Setiembre de 1874. Ella como mujer de gran visión consideró una urgente necesidad el brindar a la mujer un nuevo tipo de educación que le permita enfrentar los retos que plantea el mundo. El año 1899 la señorita Elena inicia y funda la Congregación Docente de Nuestra Señora del Rosario pasando el Colegio a ser dependencia de esta Congregación.
La Madre Elena fue la primera Directora de este Colegio y ejerció el cargo por 56 años. Madre Elena logró acreditar el Colegio que fundó como servicio al pueblo que le vio nacer colocando un grano de arena en la gran obra del bienestar social. Miles de jóvenes se educaron para el esfuerzo, la lucha y el trabajo, bajo los signos de una profunda piedad cristiana, mucha exigencia y clara fidelidad a su lema “Ciencia, Virtud y Acción”. La Instrucción en el Colegio no solo era teórica sino práctica y ordenada a las exigencias sociales de la mujer a fin de que tenga un porvenir feliz en cualquier estado o profesión que adopte. El Colegio se caracterizó por su alta calidad de enseñanza siempre a la vanguardia de su tiempo. La madre Rosa Ojeda, religiosa de la Congregación Docente, asumió la Dirección del Plantel después de la muerte de madre Elena.
En el año 1948 ella, debido al escaso número de religiosas en la Congregación Docente de Nuestra Señora del Rosario, fundada por madre Elena, consideró necesario y planeo de acuerdo con las autoridades eclesiásticas unirse a la Congregación Religiosa Misioneras Dominicas del Santísimo Rosario. El día 29 de marzo de ese año se fusionan ambas Congregaciones Religiosas, asumiendo desde ese día la responsabilidad del Colegio Nuestra Señora del Rosario las Madres Dominicas. Fueron incorporadas a esa Congregación Religiosa con todas las gracias y privilegios las tres hijas de madre Elena: madre Rosa Ojeda, madre Carmen Chamorro y madre Victoria La Rosa. Las madres Dominicas bajo el Lema “Veritas”, verdad en Dios vivo, han inculcado el amor al saber y a la práctica de los valores cristianos, haciendo vivir la letra que canta el Himno del Colegio “Dios, el Perú y mi Colegio”. Durante 45 años el Colegio Nuestra Señora del Rosario fue conducido por las madres Misioneras Dominicas. A partir del año 1994 hasta la fecha, la Promotoría, Dirección y Administración del Colegio Nuestra Señora del Rosario pasó a manos de la Congregación Religiosa Canonesas de la Cruz, quienes gozando de una amplia experiencia dentro del campo de la Educación accedieron al pedido del Arzobispo de Arequipa, Monseñor Fernando Vargas Ruiz de Somocurcio, en razón de que las madres Dominicas anunciaron al Arzobispo que se retiraban del Colegio por ser necesario su trabajo y servicio en los centros misionales de la selva peruana. Asumieron el cargo de Directoras a lo largo de estos años las religiosas Canonesas: Soledad Espinel Espinoza, Aurora Rojas Sullón, Olga Sarmiento Gottisch, Ruth Chunga Rojas, Juana Herrera Torres y en la actualidad la R.M Mercedes Tasayco Saravia, quien tiene la responsabilidad de encaminar nuevas generaciones en la búsqueda de la verdad para que a la luz del Evangelio se conviertan en constructoras de una sociedad mejor.
La Madre Elena tuvo trascendencia patriótica, inculcó en el alma de sus hijas las mismas virtudes: saber defender su Bandera y el Honor de su Patria, En la guerra con Chile se pudo a prueba su corazón de mujer peruana; contribuyó de manera particular a los donativos que se hacían para la defensa de la Patria y estimuló el amor patrio en sus alumnas con sus labores de costura a favor del ejército nacional. Fue la primera en entregar la Sagrada Insignia de la Patria: el hermoso estandarte bordado con oro y unción fervorosa. Mitigó el dolor y el hambre de los caídos.
El 30 de abril de 1920 el Congreso de la República expide la ley Nº4 100, en la que el Presidente de la República otorga a Madre Elena Chávez Delgado un Premio de Honor con motivo de sus Bodas de Oro en el Magisterio Nacional. También le otorgan un Diploma de Honor como muestra de gratitud y respeto por los grandes beneficios hechos a su tierra natal declarándola como “Hija y Benefactora de Arequipa”.
La Madre Elena tuvo trascendencia patriótica, inculcó en el alma de sus hijas las mismas virtudes: saber defender su Bandera y el Honor de su Patria, En la guerra con Chile se pudo a prueba su corazón de mujer peruana; contribuyó de manera particular a los donativos que se hacían para la defensa de la Patria y estimuló el amor patrio en sus alumnas con sus labores de costura a favor del ejército nacional. Fue la primera en entregar la Sagrada Insignia de la Patria: el hermoso estandarte bordado con oro y unción fervorosa. Mitigó el dolor y el hambre de los caídos.
El 30 de abril de 1920 el Congreso de la República expide la ley Nº4 100, en la que el Presidente de la República otorga a Madre Elena Chávez Delgado un Premio de Honor con motivo de sus Bodas de Oro en el Magisterio Nacional. También le otorgan un Diploma de Honor como muestra de gratitud y respeto por los grandes beneficios hechos a su tierra natal declarándola como “Hija y Benefactora de Arequipa”.
Una demostración tangible es la dedicación de poesías compuestas en su honor por distinguidas personalidades ente los que destacan Manuel A. Mancilla y J. Ignacio Gamio, “El Árbol del Bien” y "Galardón” respectivamente.
Según el historiador Francisco Mostajo: La Srta. Elena Chávez Delgado, durante 56 años sostuvo con éxito un colegio para niñas.
Fallece el 16 de Octubre de 1926.
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